Los que conocemos y trabajamos desde hace tiempo en IT sabemos que cada empresa es un mundo, y por tal motivo los tiempos que maneja cada son muy variables. Pero si podemos coincidir en el concepto de que si una empresa no tiene sus servidores consolidados y virtualizados demora y mucho en poner un funcionamiento un nuevo recurso. Este proceso puede durar varios hasta semanas. Si a esto le sumamos que las empresas que tienen entornos virtualizados en más de un 50% el proceso se aprovisionar una nueva máquina virtual puede tomar varias horas. Y estos datos son recabados por encuestas reales sobre varias empresas de IT. Sin dudas esos tiempos son sorprendentes, más aun si tenemos en cuenta que clonar una máquina virtual solo lleva unos pocos minutos en clonarse y encenderla. Entonces, ¿dónde se pierde más cantidad de tiempo? La respuesta es simple: los detalles de configuración.
Esto es así porque la mayoría de las empresas no utilizan procesos de automatización. Un departamento solicita el recurso, el departamento de IT toma nota del pedido, se comienza con el proceso de creación o clonación y luego empieza la configuración detallada. A esto se debe sumar que no todos los departamentos de IT usan las mismas herramientas, ni siguen un orden establecido para el aprovisionamiento. Seguimos entonces sumando demoras y estirando los tiempos, y en general no se cumple en tiempo y forma con los plazos solicitados originalmente. Quienes hayan trabajado en empresas de IT conocen muy bien los procesos que se llevan a cabo, donde hay que deambular por cientos de emails, formularios, etc.
Aquí es donde entra en juego la automatización. Pero ¿qué es la automatización? ¿En qué consiste? Se trata de software cuya función es organizar en un único punto todos los pedidos involucrados en el proceso de solicitud de recurso, recopilando datos y eliminando de forma progresiva las tareas manuales involucradas en todo el proceso. Sin dudas esto es más que beneficioso, pero se debe tener en cuenta que los pasos requeridos para llevar a cabo la tarea solicitada originalmente siguen existiendo. Otra manera de automatizar tareas dentro del departamento de IT es el scripting que los administradores utilizan a menudo para realizar tareas repetitivas. Pero no es suficiente. Entonces, ¿cuál es la solución a los inconvenientes planteados? La respuesta es simple: migrar cargas de trabajo y servicios a la nube.
Bien, ahora que sabemos cuál es la dirección que debemos tomar no hay que ilusionarse con la idea de que todo está resuelto. Por el contrario, hay que comenzar a pensar en los procesos de IT de manera más amplia, ver como incorporar de forma eficiente este concepto y adaptarlo a nuestra visión, nuestra forma de trabajar, para poder enfrentar los nuevos desafíos de implementación de forma adecuada y sin sobresaltos.
Uno de los pasos fundamentales que hay que dar es tratar de lograr la automatización total de los procesos. Este es un factor clave y para lograr hacerlo de forma exitosa hay que eliminar el factor humano del departamento de IT involucrado en los procesos de los usuarios finales. Quien realice el pedido de recursos es quien debe tener el control, y para ello es necesario poseer una interfaz de usuario de autoservicio completa que le permita a quien solicita el recurso elegir los componentes de un catálogo de servicios desde donde puedan ejecutarse de manera programada y eficaz los procesos de implementación, configuración y aprobación.
Para comenzar de forma ordenada en una migración o implementación de servicios en la nube es necesario saber qué tipo de solución queremos ofrecerles a los usuarios finales. Se debe analizar que las tecnologías y las herramientas que se utilizan sean adecuadas y compatibles con las aplicaciones de sus usuarios finales y para eso es fundamental buscar una solución de aprovisionamiento de servicios de en la nube que sea abierta y compatible con una amplia variedad de tecnologías, particularmente para las aplicaciones que la empresa aun no haya implementado.
Por otro lado, si bien el objetivo es que los propietarios de las aplicaciones tengan el control de la implementación de sus propias aplicaciones, es necesario que el departamento de TI se ocupe del resto. Debe disponer de métodos que permitan estandarizar el catálogo de servicios, controlar el costo y dimensión de los recursos asignados a cada uno de los propietarios de las aplicaciones y asegurar la incorporación de políticas de seguridad. El sistema tiene que poder reconocer al usuario para luego aplicar las políticas y los controles que se requieran. Una vez que la plataforma de virtualización y de operaciones cumple con estos requisitos esenciales, el departamento de IT puede proveer una nube privada administrada y con aprovisionamiento automático de recursos. Esta combinación de factores es lo que conforma un camino exitoso hacia una solución integral que funcione en su red y su infraestructura actuales.
VMware, como pionera en este tipo de soluciones posee dos productos esenciales para el completo manejo de este tipo de infraestructuras. Se trata de vCloud y los dos miembros de la familia que permiten llevar a cabo los procesos anteriormente descriptos son vCloud Automation Center y vFabric Application Director. El primero es un portal de autoservicio que posee un gestor de servicios incorporado que permite a los propietarios de aplicaciones administrar los recursos desde un menú de opciones adaptado a sus necesidades, mientras que vFabric Application Director es una herramienta de diseño que ofrece control a los usuarios, incluyendo una interfaz con soporte para drag and drop de elementos para que los usuarios diseñen una infraestructura de aplicaciones y actualicen sus configuraciones. Una vez que el diseño está terminado pueden implementar las aplicaciones con solo un clic.
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